La NASA anunció que está en proceso de desarrollo de una serie de experimentos que tienen el objetivo firme de analizar y recabar información acerca de cómo se comporta el fuego en el espacio exterior y con ello realizar una mejor selección de los materiales con los que se construyen los trajes de astronautas y naves espaciales.
El proyecto, que llevará por nombre Ignición y Extinción de Combustible Sólido (SOFIE por sus siglas en inglés), será lanzado en conjunto con los experimentos de la decimoséptima misión de reabastecimiento de carga de Northrop Grumman, la cual arribará a la Estación Espacial Internacional y mediante el cual, se planea realizar un incendio controlado en dicha sede.
Particularmente, los estudios donde se realizarán los experimentos será en el bastidor integrado de combustión, perteneciente a la Estación Espacial Internacional y donde se cuenta con una cámara en la que se pueden realizar quemas de manera segura.
Además de mejorar la elección de materiales en misiones y para trajes de astronauta, se espera que la investigación marque un precedente para conocer cuáles materiales reaccionan mejor en el espacio, por lo que la información también se prevé que sea utilizada al momento de diseñar casas seguras contra incendios que se localizarían en la Luna o incluso en Marte
En total, serán cinco diferentes investigaciones, mediante las cuales se verificará la inflamabilidad del plexiglás, las telas a base de algodón y algunos otros materiales que son usualmente utilizados en exploraciones fuera de la tierra. Las principales métricas que se evaluarán son los cambios en la gravedad y el flujo de aire, los cuales pueden alterar la forma en cómo se propaga el fuego en la órbita.
El proyecto se tiene programado para operar en noviembre de 2025, por lo que actualmente puede ser modificado en cuanto a propuestas para experimentos adicionales.
FRASE
«En la Tierra, la gravedad tiene una profunda influencia en las llamas, pero en la gravedad reducida del espacio, el fuego puede comportarse de manera inesperada y podría ser más peligroso».
Paul Ferkul, científico encargado del proyecto SOFIE